Te buscaré más allá
de las horas, de los minutos y los segundos.
Te buscaré aunque
tenga que bajar por debajo de los
océanos
y traspasar los
cielos.
Te buscaré aún
pasando sobre mí ciento dos eternidades
y fulminaré todos los
infinitos posibles.
Te buscaré entre
sueños y divagaciones
bordeando los límites
de la realidad y la fantasía.
Te buscaré en el
centro mismo de mi dolor
y en la más grande
soledad mortal.
Te buscaré en todos
los ojos
y en las palabras
arrancadas del poeta.
Te buscaré pese a que
la incertidumbre robe mi voluntad
y la muerte se lleve
mi forma mortal.
Te buscaré
destrozando lo posible y aferrándome a tu recuerdo
imborrable en las
lagunas del tiempo.
Sí, te buscaré.