lunes, 24 de julio de 2017

De rosa y espinas (1)

La mano tendida. El beso que no has demandado. Las palabras que son luz y te levantan el ánimo. El que siempre se queda cuando ya todos se han marchado. O vuelve, aunque solo encuentre ruinas. La postal que no esperas. El pensamiento que irrumpe quebrando la noche más larga. El que está porque quiere, obviando si quizás no debería. La presencia que te habita, y que sobrevive incluso a la distancia más larga. Que te late, al fin y al cabo. Y te da vida.
Y siempre, al final, el recuerdo, que no es recuerdo, donde nunca hubo olvido.


Mayca Nasan