Estupefacta estoy ante la nueva subida de la luz que nos impondrán a partir del mes de enero. Porque esto es otro más de los múltiples engaños a los que nos vemos sometidos los ciudadanos. Otra consecuencia más de las políticas liberales donde unos pocos son cada día más ricos mientras el resto se empobrece. Pienso en estos momentos sobre todo en esos hogares en los que esta nueva vuelta de tuerca puede ser un verdadero drama, y unos costes inasumibles que harán su día a día más penoso aún. Hay mucha gente ya pasando un invierno muy crudo. Y lo peor, es que si no se cambian estas perversas reglas del juego, y por ahora, todo indica que esto no va a suceder, la electricidad no va a dejar de subir. ¿Para esto sirven los mercados? es repulsivo. Sigo preguntándome cada día, hasta dónde seremos capaces de soportar callados, o quizás resignados, este continuo pisoteo de los derechos sociales. Definitivamente, nuestros gobernantes deben disfrutar mucho infringiendo dolor.
Sirva este clásico de los australianos AC/DC para adornar la estupefacción y la rabia que siento. Al mal tiempo, buena música.